EL MARQUEZ DE SADE O LA PANTOMIMA DEL ESTADO COLOMBIANO
JACKELINE BARRERA
Un pueblo que no lee está
condenado a la extinción, un pueblo que no sabe leer ni escribir es fácil de
engañar, un pueblo educado es un pueblo libre…. Todas estas son máximas
realistas que se ubican dentro del contexto de la literatura y la escritura en procura de fomentar entre los
pobladores el hábito lector para que puedan ser ese pueblo utópico, perfecto,
consagrado a la felicidad y a la justicia según el precepto del mismo
Aristóteles.
“La mentira incorpora la verdad y el
propósito por el que la verdad debe quedar oculta; las ficciones literarias
incorporan una realidad identificable, y la someten a una remodelación
imprevisible. Y así cuando describimos la ficcionalización como un acto de
transgresión, debemos tener en cuenta que la realidad que se ha visto
sobrepasada no se deja atrás; permanece presente, y con ello dota a la ficción
de una dualidad que puede ser explotada con propósitos distintos”.
Wolfang Iser.
Iser y la Transgresión
LA MENTIRA DEL POETA
Miente el poeta que
en su inspiración no ha utilizado la febril lascivia de su mente, la imagen
vivida de un beso o una noche de pasión con su amada para escribir versos de amor………..
Miente el poeta que
no ha imaginado la humedad de un cuerpo desnudo junto del suyo al momento de
escribir la novela que le consagrará de por vida ante el mundo…………..
Pero
también miente el lector que no se metió en el personaje y vivió una a una las
aventuras del escritor mientras embebido entre sus líneas surcaba ese
infranqueable infinito de la falacia de mil palabras y la ficción de su mente
antes de convertirse en el personaje principal de Márquez en una de sus
calenturosas obras de la costa inverosímil de Macondo…………. El pueblo que vive
en cada uno de nuestros cerebros y que no es más que ese lugar donde cada uno
nos sentamos en una hamaca, refugiados, a beber insaciables las gotas de agua
que nos da la vida. Que es la vida ??????????……… Imagen miserable, corruptora de mi moral, me llevaste
por el camino agreste y me convertiste en la prostituta de mil hombres que me
llevaron a través de sus cuerpos, aprendiendo a conocerlos por medio de sus
letras…………..
Fui la
prostituta de Márquez, de Borges, de Neruda, de Niño, de Kafka, ame mil veces
la descarada belleza de Gabriela Mistral, volé junto a la mente voladora de
Benedetti, pero también aprendí a entender la mentirosa batalla entre la historia
y la verdad contada a medias en obras que me llevaron a recorrer los abruptos y
vírgenes caminos de mi pueblo, a conocer los milagros de La Mechas, de El alma
desnuda de próceres que tienen estatuas en cada pueblo la mano se Sañudo y de
Bastidas ……….. Ame mil veces a Arjona en sueños casi eróticos con las letras de
doble sentido en sus canciones, leí la salsa, el bolero, la plancha, leí a mi
padre, leí lo que pude de mis maestros, leí lo que encontré en la vida, he
leído todo lo que he querido y también lo que no he querido leer, he tenido que
leer la injusticia y la belleza, leí todo lo que pude leer y aun no he
terminado de leer todo lo que quisiera leer.
Solo hace
casi una semana que abrí los ojos e intente leer un capitulo en la vida que SÍ,
había considerado, pero que quizás no tenía
la claridad o tal vez es que era tan grande el tabú que muy difícilmente podía
expresar claramente lo que pensaba, aun hoy no sé si pueda expresarlo
claramente.
Con miedo
de pretender excusar mi propia ignorancia, es claro que no procuro en manera alguna
igualarme al nivel de un José
Bergamín Gutiérrez, es mi único deseo comparar bajo mi lupa baladí un concepto
personal de gobierno frente a la delirante mente de uno de los escritores más
gestuales, quizá, se me antoja, sátiros de la literatura erótica – critica, si
puede ser calificada de esa manera.
El
Márquez de Sade es una obra cuasi histórica pero que puede equipararse a la
contemporaneidad política si es posible permitir un paralelo entre la Francia
de finales de 1700 y comienzos de 1800 con algunos países de la actualidad, sin
embargo y tomando palabras del mismo Donatien Alphonse François de Sade quien dice que Para escribir historia es necesario que no
exista ninguna pasión, ninguna preferencia, ningún resentimiento, lo que es
imposible evitar cuando a uno le afecta el acontecimiento. Creemos simplemente
poder asegurar que para describir bien este acontecimiento o al menos para
relatarlo justamente, es preciso estar algo lejos de él, es decir, a la
distancia suficiente para estar a salvo de todas las mentiras con las que
pueden rodearle la esperanza o el terror. Marqués de Sade, Historia secreta de Isabel de Baviera reina
de Francia (prefacio). Pero es complicado alejarse de la historia
cuando se vive el preciso momento de la misma y uno se siente parte de la ella.
El objetivo de esta premisa no es
otro sino comparar el Asilo de Charenton con la realidad de un país, Charenton
es el país en el que vivimos, el encierro, la mentira, la complicidad entre
unos y otros que acallan al pueblo para
que este no esté en capacidad de tomar el poder en su mano, la locura de
mantener al pueblo ignorante para que el desconocimiento lo condene, la
política de un país convierte al pueblo en su prostituta cuando el pueblo
pierde su condición humana y se convierte en vasallo, en esclavo del poder que
quiere tornarse casi tiránico, absolutista, degradando al hombre a la más mínima
expresión, mas no a la de animal fisiológicamente dicho, sino a la de la bestia
incontenible que no puede hablar, transmutándolo en un vampiro de Transilvania,
a quien solo le interesa la sangre de sus víctimas o en un hombre lobo, concebido solo en la mente
de autores como Gervase
de Tilbury que adopta
todas las características típicas de aquel animal como son la ferocidad, la
fuerza, la rapidez y que aunque también
está provisto de astucia, esta ha venido siendo castrada con el correr de los
tiempos.
El hombre, el ser
humano se ha convertido de a poco en un eunuco, desprovisto de ideas propias,
el cordero que se deja arrastrar en el rebaño, el preso que es conducido al
cadalso sin oponer la más mínima resistencia, pues va convencido que el sitio
al que le llevan es mejor, es como el preso condenado a muerte cuya única
fuerza que le alimenta el alma es el encuentro con ese su Dios que le espera en
ese mas allá que ha soñado por toda la vida, pero que aunque nunca ha estado
preparado para llegar, ahora no tiene otro destino más indefectible que llegar
allá de la mano de sus verdugos, el con su esperanza, con su fe, con sus ideas,
a punto de morir con él, ahí va el eunuco, el castrado en pos de la nada.
Es el político aquel
Obispo que en lugar de confesar la doncella, le mancilla convirtiéndola en
esclava de su lascivia, entregándola presa al miedo, al dolor, a la vergüenza,
encerrándola en torres de papel, encegueciéndola con mentiras, envileciéndola
con patrañas, convirtiéndola en sirvienta para sí, usándola a su antojo y
desechándola cuando a sus propósitos ya no le es necesaria ….. Ella pueblo
dominado, no atina a leer mas allá de lo que ve, pero como es casi imposible
determinar, identificar o decantar entre
lo bueno y lo malo, entre el ser benévolo y el monstruo que ocupa un lugar en el corazón del otro, no
nos queda más que mirar nuestro limite, el límite de nuestra bondad o nuestro
lado malvado, corruptible, perverso, a fin de auto mutilarnos siguiendo los
preceptos otorgados tanto en el ámbito de la ley o de la moral tantas veces
pervertida y trastocada en aras de tapar ese sol que nos han enseñado a ver con
el dedo mágico de los secretos a gritos que se saben, pero que no se dicen en el
país del Sagrado Corazón.
"Arrogante, irascible, extremista
en todo, con una imaginación disoluta
que nunca antes había sido vista. . . ahí me tienes en un manicomio, y mátame otra vez o acéptame como soy, ya que no cambiaré." De la Última Voluntad y Testamento del Marqués de Sade. JACKELINE BARRERA MEDINA |